Durante el E3 la nueva consola de Microsoft, el Xbox One recibió una gran cantidad de críticas por parte de los asistentes, debido a su política de conexión a internet. Pero después de todas las quejas que surgieron la compañía ha decidido que el Xbox One no necesitará estar conectado cada 24 horas a internet para funcionar.
Solo se necesitará de conexión a internet cuando se compre la consola para activarla, después de eso Microsoft no necesitará de conectarse a internet para comprobar la propiedad del disco.
De esta manera se podrán prestar los usuarios juegos, tal y como sucedía con el Xbox 360. Así mismo se han eliminado las comprobaciones regionales, es decir, todos los juegos del Xbox One funcionarán en todo el mundo.
Por último las copias digitales podrán descargarse pero no compartirse o venderse, ya que esto queda almacenado en el disco duro de la consola. Sin duda Microsoft se dio cuenta de su error y corrigió pronto.